Masaje en la Fibromialgia
Tratamientos con masajes para la fibromialgia
La mayoría de pacientes que sufren fibromialgia son tratados con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad del sueño y a reducir el dolor. La mayoría de pacientes, no obstante, precisarán además de otros tratamientos auxiliares como la infiltración de puntos dolorosos, fisioterapia, ejercicios suaves, ejercicios en piscina, calor local y masajes.
La palabra Fibromialgia significa “dolor en los músculos, ligamentos y tendones”. La Fibromialgia es una enfermedad reumática crónica, caracterizada por dolor musculo-esquelético generalizado y fatiga.
Esta enfermedad puede causar dolores en articulaciones, músculos, huesos, ligamentos, vientre y en la cabeza. También puede causar síntomas en el sistema nervioso, digestivo, infeccioso, en la piel y en el estado en general. Los antecedentes familiares, si existen, son muy importantes.
La Fibromialgia es una enfermedad que no puede diagnosticarse a través de pruebas de laboratorio. Los resultados de radiografías, análisis de sangre, biopsias musculares son normales. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en un examen clínico de los síntomas de una persona, el cual es llevado a cabo por un médico.
La intensidad de los síntomas varía en cada persona. En muchos de los casos de Fibromialgia hay una solapación con el Síndrome de Fatiga Crónica.
En España se calcula que están afectados entre el 2 y el 3% de la población, y es más frecuente en mujeres que en hombres, pudiendo manifestarse a cualquier edad, incluso en niños y adolescentes.
Síntomas que presenta el paciente:
Dolor
Fatiga
Trastornos del sueño
Síndrome del Intestino Irritable
Síndrome Temporomandibular
Síntomas comunes: menstruaciones dolorosas, dolor torácico, rigidez matutina de articulaciones, alteración cognitiva o de la memoria, acorchamiento o punzadas en las manos, calambres musculares, sequedad de ojos y boca…
Factores agravantes: cambios en el clima, estrés, depresión, ansiedad…
La mayoría de pacientes que sufren Fibromialgia son tratados con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad del sueño y a reducir el dolor. La mayoría de pacientes, no obstante, precisarán además de otros tratamientos auxiliares como la infiltración de puntos dolorosos, fisioterapia, ejercicios suaves y/o en piscina, calor local y masajes.